Entrevista a Silvia Navarro

"Tras tantos años dedicados a él, he hecho del balonmano una forma de vida"

Si hay una palabra que defina la historia de Silvia Navarro es superación. Con 40 años recién cumplidos, continúa defendiendo la portería de su equipo todos los fines de semana y solo piensa en seguir ampliando su palmarés.

Silvia Navarro defendiendo la portería de la selección española.
Silvia Navarro defendiendo la portería de la selección española. © RFEBM / Álvaro Bermejo (AAA_) y RFEBM / J.L. Recio (JLR_).

Silvia Navarro (Valencia, 1979) forma parte de la mejor generación de jugadoras de balonmano españolas. Ellas, las guerreras, conquistaron el bronce en los JJ. OO. de Londres 2012, el hito más grande alcanzado nunca por la selección. Como ella misma reconoce, "era la primera vez que participaba en unos Juegos y alcanzar el podio fue un sueño hecho realidad".

Con 40 años recién cumplidos, Silvia vislumbra el final de su carrera, pero lanza un aviso a navegantes. "Tengo este deporte metido en las venas y me siento una gran privilegiada. De momento, me encuentro bien porque el cuerpo y la mente me responden". De hecho, piensa en seguir ampliando su palmarés: "Ansío conquistar la Liga Iberdrola con mi club y me gustaría volver a tocar metal con la selección en alguna competición". Los JJ. OO. de Tokio 2020 están a la vuelta de la esquina y si Silvia se propone algo...

Tras tantos años dedicados al balonmano, ¿se podría decir que es el amor de tu vida?

El balonmano ha sido, es y será uno de los amores de mi vida. Al final, tras tantos años dedicados a él, he hecho del balonmano una forma de vida.

Tienes un palmarés envidiable. ¿Qué medalla recuerdas con más satisfacción?

Recuerdo todas mis medallas como si fuese ayer porque cada una tiene su historia y nos costó mucho llegar hasta ahí. Pero si me dieran a elegir me quedaría con el bronce en Londres 2012. Era la primera vez que participaba en unos Juegos y alcanzar el podio fue un sueño hecho realidad.

Joseja Hombrados (46 años) continúa al pie del cañón y tú vas por el mismo camino, ¿qué tiene la portería para que no queráis abandonarla?

Hombrados es un fuera de serie. La verdad es que la vida del portero es más longeva que la del jugador, quizás porque es un puesto menos castigado físicamente. En cuanto a mi retirada, tengo que ser realista porque tengo 40 años. No creo que alargue mucho mi carrera, pero prefiero valorarlo año a año. Por el momento, me encuentro bien porque el cuerpo y la mente me responden. Tengo este deporte metido en las venas y me siento una gran privilegiada. Sé que cuando llegue el momento mi mente y mi cuerpo me dirán: hasta aquí has llegado, Silvia.

¿Cuál es la última meta que te gustaría alcanzar?

Ansío conquistar la Liga Iberdrola con mi club, el Rocasa. Es el único título que nos falta. Y respecto a la selección, me gustaría volver a tocar metal en alguna competición.

¿Quién es el entrenador que más ha influido en tu carrera?

Ambros Martín fue uno de los entrenadores más importantes en mi carrera deportiva. Me dio la oportunidad de poder jugar Champions sin importarle quién era y la poca experiencia que tenía. Debo darle las gracias por ello. Jorge Dueñas confió en mí para la selección y debo agradecerle todo lo que he vivido junto a las guerreras. No quiero olvidarme de Paco Santana, Antonio Moreno, Carlos Herrero, Carlos Viver y Roberto Santana, mis referentes en el día a día.

Solo mencionas a hombres, ¿cuándo veremos a una mujer al frente, por ejemplo, de la selección?

Estoy segura de que llegará el día en que alguna mujer coja el timón y lo hará fenomenal porque somos trabajadoras por naturaleza.

Has sido testigo del crecimiento del deporte femenino en nuestro país. ¿Cuáles han sido para ti las claves y qué barreras faltan por superar?

La clave ha sido la apuesta de muchas empresas e instituciones por este deporte a través de la sponsorización. También la sociedad ha evolucionado mucho y ha visto que podemos desempeñar las mismas habilidades y valores que los hombres. Yo he vivido momentos difíciles en los que ni se escuchaba a la mujer y me llena de orgullo que eso haya cambiado, sobre todo por el legado que van a recoger las jóvenes el día de mañana. En el deporte femenino hemos ido salvando obstáculos poco a poco, pero la equiparación con el deporte masculino sigue siendo difícil. Por eso hay que seguir luchando para posicionarnos en lo más alto.

Silvia Navarro con la selección española.
Silvia Navarro con la selección española. © RFEBM / Álvaro Bermejo (AAA_) y RFEBM / J.L. Recio (JLR_).

Fuiste una de las primeras jugadoras españolas en emigrar a una liga europea, ¿qué impulsó esa decisión y qué significó para ti?

Tomé esa decisión por la crisis que había en España en esos momentos y no fui la única. Muchas jugadoras se vieron obligadas a salir del país para mantener su estatus deportivo y económico. En mi caso, fue uno de los pasos más importantes y más tristes de mi carrera deportiva, pero así tuve la suerte de vivir la experiencia del extranjero. Conocí un nuevo país, una nueva cultura, una nueva forma de juego. Ver que era capaz de estar sola a tantos kilómetros de casa me hizo crecer mucho como persona.

¿Cuál es la mejor jugadora a la que te has enfrentado?

Hay jugadoras muy buenas, pero si tengo que elegir me quedo con dos que sufro cuando voy con la selección: Carmen Martín y Alexandrina Barbosa. También destacaría a Cristina Neagu y para mí la mejor portera es Katrine Lunde.

¿Cómo ves el presente y el futuro de la Liga Iberdrola?

La Liga Iberdrola sufrió una transición importante y la verdad es que, hoy en día, da gusto disputarla. Ver a jugadoras tan jóvenes con tanto nivel es muy gratificante.

¿Qué significa para ti ser embajadora de Iberdrola y cuál es tu papel?

Muchas jugadoras podrían desempeñar este papel estupendamente, pero quiero agradecer enormemente este reconocimiento. Lo que intento desde esa posición es ayudar en todo lo posible a Iberdrola en su apuesta por el deporte femenino: traslado la opinión del resto de jugadoras, difundo la labor que desempeña la compañía por el deporte femenino y colaboro en todo lo posible.

¿Qué supone para las jugadoras la apuesta de Iberdrola por el deporte femenino?

La apuesta significa que confían en nosotras y eso ya es un motivo más que suficiente para seguir adelante en todas nuestras facetas de la vida y deporte.

Si le pudieras decir algo a todas aquellas niñas que quieren seguir tus pasos, ¿qué les aconsejarías?

Lo primero, que disfruten con lo que hacen. Esa es la esencia. A mí el deporte me ha dado mucho y me ha quitado poco, por lo que animo a todas las niñas a practicar cualquiera en el que se sientan a gusto sin pensar en metas. Durante el proceso adquirirán valores como el respeto y la disciplina. El deporte es vida.

 

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