[2.1] El futuro de la energía

Expectativas y necesidades sociales

El progreso social conlleva nuevas expectativas y necesidades que también afectan al sector de la energía. Las grandes tendencias asociadas son cuatro: el aumento de la demanda de energía sostenido en el tiempo; la exigencia de que la energía, y la economía en su conjunto se descarbonicen; una mayor atención a la eficiencia de las actividades de suministro; y la mayor conectividad que influye en el modo de relacionarse con todos los grupos de interés, especialmente los clientes.

Más energía: evolución de la demanda

El proceso de descarbonización de la economía ha comenzado por el sector eléctrico, y se completará mediante una fase de electrificación de la economía en su conjunto, en especial la industria y el transporte.

La Hoja de ruta de la Unión Europea⁽¹⁾ prevé que, en 2050, la demanda de electricidad podría duplicar su actual cuota en la demanda final de energía hasta llegar al 36-39 %, lo que contribuiría a disminuir las emisiones de carbono provocadas por los sistemas de calefacción, la industria y por el sector del transporte. El escenario principal del World Energy Outlook 2018 ⁽²⁾, también prevé que la electricidad desempeñe un papel más importante en el sistema energético mundial, superando el crecimiento de todas las demás fuentes, hasta llegar a casi un cuarto del consumo final total de energía para 2040.

Se espera que las políticas de promoción de la movilidad sostenible como, por ejemplo, el paquete de movilidad limpia de la Comisión Europea⁽³⁾, harán que el número de vehículos eléctricos aumente desde los actuales 3 millones hasta alrededor de 300 millones en 2040, lo que representará unos 720 TWh de consumo anual. Además, las políticas para reducir las emisiones debidas a la calefacción persiguen la reducción en el uso de combustibles fósiles, y supondrán un crecimiento de la demanda de electricidad para calor en los edificios de aproximadamente un 45 % para 2040. En la industria, las bombas de calor satisfarán aproximadamente el 3 % (unos 240 TWh) de la demanda de calor adicional a baja temperatura hasta 2040.

En las economías en desarrollo a estos factores habrá que añadir el aumento de la demanda asociado a las personas que en la actualidad no disponen de acceso al servicio eléctrico, que hoy en día son casi mil millones en todo el mundo⁽²⁾.

Descarbonización: lucha contra el cambio climático

La lucha contra el cambio climático es uno de los motores de la estrategia de Iberdrola, que desde hace dos décadas está apostando por un modelo energético sostenible, seguro y competitivo. Iberdrola cree que alcanzar un modelo energético descarbonizado es viable actualmente, y que existen grandes oportunidades que se derivan del mismo. El grupo está bien posicionado para aprovecharlas gracias a su liderazgo en energías renovables, redes inteligentes, almacenamiento y digitalización, todos ellos elementos clave en la transición hacia una economía baja en carbono y resiliente al clima. El Consejo de Administración formaliza este compromiso en la Política contra el cambio climático, puesta en práctica a través de su acción climática que aborda la mitigación y adaptación al mismo, su participación activa en la agenda global y la promoción de una cultura social orientada a fomentar la sensibilización e implicación de todos sus Grupos de interés en este ámbito.

Objetivos de Iberdrola

• Reducir la intensidad de emisiones de CO₂ en el año 2030 un 50 % con respecto a 2007 y ser neutra en carbono en 2050. Objetivos reconocidos como Science Based Targets (SBTi).
• Apoyar los procesos de negociación internacional de cambio climático, la participación del sector privado en la agenda global, la creación de alianzas y la sensibilización climática.

Alianzas y acciones

La compañía ejerce su rol como agente transformador a través de su involucración en distintas plataformas, coaliciones, y organizaciones mundiales, tales como: Comisión Europea, UN Global Compact, We Mean Business, World Business Council for Sustainable Development y Corporate Leaders Group (CLG). También ha apoyado formalmente diversas iniciativas, como la declaración promovida por el CLG sobre emisiones netas nulas en 2050. Por todo ello, Iberdrola ha sido reconocida como UN Global Compact Lead por su contribución a la sostenibilidad global.

Entre los hitos de 2018, pueden destacarse los siguientes:

• Participación activa en los principales procesos impulsados formalmente por Naciones Unidas y los diferentes organismos internacionales. Destacan los celebrados con motivo de la Cumbre Climática de Katowice (COP24), la Cumbre Global de Acción Climática de California y la Asamblea General de las Naciones Unidas. Además, Iberdrola ha sido una de las pocas empresas participantes en todas las fases de alto nivel del Diálogo de Talanoa.
• Progreso en su compromiso de implantar en sus informes públicos para 2020 las recomendaciones del Task Force on Climate-related Financial Disclosure (TCFD).
• Iberdrola apoya el objetivo de emisiones netas nulas para 2050 de la estrategia climática de la Unión Europea, convencida de la viabilidad y las oportunidades de este escenario y del papel central del sector eléctrico.