Carta del presidente

El año 2020 ha supuesto un punto de inflexión en la aproximación hacia el desarrollo sostenible en todo el mundo. Los planes elaborados para superar la crisis sanitaria y económica coinciden en apostar por la transición hacia sistemas energéticos más seguros, limpios y competitivos como la mejor vía para reactivar la economía y generar empleo de calidad. La Unión Europea ha vuelto a mostrar su liderazgo en esta materia al situar el Pacto Verde, aprobado a principios de año, como una de las principales herramientas para la recuperación en el continente.

Este escenario ratifica la apuesta pionera de Iberdrola por la generación de valor sostenible para el triángulo formado por los accionistas, los empleados y la sociedad. A partir de las inversiones en energías renovables, redes inteligentes y almacenamiento, nuestro modelo nos ha consolidado como referente mundial dentro del sector energético, siendo ya una de las tres mayores eléctricas del mundo y la empresa con mayor peso en la bolsa española.

Perspectivas 2020-2025

En noviembre de 2020, Iberdrola presentó el plan de inversión más ambicioso de su historia, dotado con 75.000 millones de euros hasta 2025. El 51 % de este importe se dedicará al impulso de las energías limpias con el objetivo de duplicar la potencia renovable del grupo en solo 5 años, alcanzando los 60.000 MW al final del periodo. Las redes eléctricas, columna vertebral de la transición ecológica, serán el segundo gran destino de la inversión, con un 40 % del total, para multiplicar nuestra base de activos de red por 1,5 veces. El 9 % restante se invertirá en nuevos productos y servicios que den respuesta a las necesidades de nuestros clientes en un contexto de aceleración en la electrificación de los usos energéticos con una mayor digitalización.

El plan afianzará además la internacionalización del grupo: a las inversiones orgánicas en todos nuestros mercados se unen las integraciones de PNM Resources en los Estados Unidos, Aalto Power en Francia, CEB-D en Brasil, e Infigen, en Australia, y la entrada en nuevos países como Suecia, Japón y Polonia a través de la adquisición de cartera eólica marina.

El ritmo de inversión sin precedentes contemplado en el plan, junto con el enfoque en la eficiencia operativa, nos permitirá alcanzar en 2025 un beneficio bruto de explotación (EBITDA) de 15.000 millones de euros y un beneficio neto de 5.000 millones de euros, manteniendo la solidez financiera e incrementando la retribución al accionista en línea con los resultados hasta alcanzar los 0,56 euros por acción.

Iberdrola apuesta por la generación de valor sostenible para los accionistas, los empleados y la sociedad.

Profundizando en el Dividendo social

En este entorno de transformación, Iberdrola confirma su apuesta por contribuir a la Agenda 2030 de las Naciones Unidas generando un dividendo social creciente en beneficio de todos.

Impulsaremos la actividad de más de 22.000 proveedores locales a través de nuestras compras de bienes y servicios -que alcanzaron los 14.000 millones de euros adjudicados solo en 2020-, incrementando los 400.000 puestos de trabajo que ya sostenemos en el mundo y extendiendo nuestras políticas de sostenibilidad al menos a un 75 % de nuestros suministradores principales en 2025.

En los próximos cinco años prevemos realizar cerca de 20.000 nuevas contrataciones en el grupo, y reforzaremos nuestra apuesta por el desarrollo profesional, aumentando aún más las horas de formación por empleado, que son ya 4 veces la media europea. En esta misma línea, vamos a intensificar nuestro impulso a la igualdad de género –con el objetivo de alcanzar un 30 % de mujeres en puestos directivos frente al 20 % actual–.

El aumento de actividad previsto nos permitirá continuar incrementando también nuestra contribución fiscal actual de cerca de 7.500 millones de euros.

En materia medioambiental, continuaremos reduciendo nuestras emisiones -que a día de hoy son, con apenas 98 g / kWh producido, dos tercios inferiores a la media europea-, logrando la neutralidad en emisiones en Europa ya en 2030.

Para seguir promoviendo la sostenibilidad, la eficiencia y la competitividad de la compañía, incrementaremos nuestra apuesta por la I+D y continuaremos elevando la inversión en innovación actual de 300 millones de euros al año.

Estas iniciativas se asientan en nuestro Sistema de gobernanza y sostenibilidad, que incorpora las mejores prácticas en materia de gobierno corporativo. Por todo ello, Iberdrola contempla los próximos años como una oportunidad para consolidar su proyecto sostenible, con el objetivo de seguir creando valor para nuestros accionistas, empleados y para toda la sociedad a la que servimos.