#sociedad
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Vivir sin plásticos es posible. Al menos en Aberporth, una pequeña localidad turística en la costa oeste de Gales. Sus 1.100 habitantes han reducido su consumo hasta convertir su pueblo en la primera comunidad del mundo libre de plástico gracias a la iniciativa Plastic-free Aberporth impulsada por su vecina, la cineasta Gail Tudor.
En la actualidad, Tokio (Japón) es la mayor 'megaciudad' del mundo con 37,4 millones de habitantes. En 2100 lo será Lagos (Nigeria) con 88 millones. Los números de estos núcleos urbanos asombran y en poco tiempo se van a convertir en un gran reto para la humanidad a nivel demográfico, migratorio, socioeconómico, político y medioambiental.
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Tan solo en 2022, los desastres climáticos provocaron casi 32 millones de desplazamientos internos en todo el mundo, según un informe del Centro Internacional de Monitoreo del Desplazamiento. La cifra muestra una tendencia muy preocupante, ya que representa un aumento de cerca de 43 % con respecto a los niveles del año anterior.
No figuran en los mapas, pero en nuestros océanos existen cinco islas de plástico flotante que amenazan con erradicar buena parte de la vida marina y contribuyen al cambio climático. Algunas de estas manchas de basura —como la del Pacífico Norte— tienen un tamaño equivalente a Francia, España y Alemania juntas.
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Los expertos calculan que más de ocho toneladas de plástico no biodegradable van a parar a mares y océanos cada año. En la lucha contra este enemigo es vital que las grandes superficies comerciales tomen medidas, pero pequeños supermercados libres de plástico como unPacked en Madrid o YES FUTURE en Barcelona son pioneros en una batalla que se libra con armas como la compra a granel, la reutilización de envases o el uso de bolsas de tela.
La pandemia de COVID-19 ha azotado la economía mundial y ha obligado a tomar medidas a corto plazo destinadas a dotar de liquidez a los mercados, apoyar coberturas de desempleo o reforzar los recursos de los sistemas sanitarios. Los trabajos para desarrollar programas de recuperación económica a medio y largo plazo están arrancando en todo el mundo, y cada vez más gobiernos, organismos y empresas apuestan por una recuperación verde.