COWORKING
'Coworking': la revolución del espacio de trabajo
Las oficinas compartidas se han convertido en lugares dinámicos que unen a profesionales de muy diversas disciplinas en una red de colaboración, creatividad e innovación.
Ejemplo de 'coworking' o espacio de trabajo cooperativo.
Autónomos, emprendedores, teletrabajadores y pequeñas start-ups son los clientes habituales de los espacios de coworking que se multiplican en las principales ciudades de todo el mundo. En ellos disponen de puestos con conexión a internet, impresoras, salas de reuniones y zonas comunes. Todo lo que necesitan para llevar a cabo su labor profesional con un alquiler flexible y económico.
Pero su gran valor reside en que han generado una nueva forma de trabajar y comunicarse. Se han convertido en focos de inspiración e innovación, en espacios dinámicos que fomentan la colaboración y el intercambio de ideas. Bajo esta filosofía, los gestores del espacio tienen la misión de conectar y crear oportunidades entre sus miembros, y para ello organizan todo tipo de actividades: cursos, conferencias, laboratorios de ideas, rondas de expertos, hackatones, incubadoras de ideas, premios... Además, el diseño de las instalaciones, cada vez más audaz, original y funcional, invita a participar en este ambiente de creatividad. Es frecuente rehabilitar antiguas fábricas, almacenes abandonados o edificios históricos.
EL FENÓMENO 'COWORKING'
EN EL MUNDO
Número de espacios de 'coworking'
Número de 'coworkers'
Fuente: 2017 Global Coworking Survey by deskmag.
VER INFOGRAFÍA: El 'coworking' en el mundo [PDF]
Una tendencia contagiosa
Las principales compañías del mundo también comienzan a apuntarse al coworking y trasladan pequeños equipos a estos espacios para conectarse con las ideas frescas e innovadoras de start-ups y emprendedores, mientras que estos se benefician de la experiencia de un gran operador de su sector.
Otra tendencia sorprendente es el co-Living: apartamentos incluidos en el coworking que están surgiendo en ciudades como Londres o Nueva York ante el elevado precio de los alquileres.
Gracias a los espacios de coworking, autónomos, emprendedores y nómadas digitales trabajan en un ambiente más enriquecedor, productivo y, sobre todo, en compañía.