Directriz para los residuos radiactivos y el combustible nuclear usado

Antecedentes

El Órgano de Administración de Iberdrola Generación Nuclear, en su condición de explotadora responsable de centrales nucleares para la producción de energía eléctrica, reconoce su responsabilidad social de respeto al medio ambiente ante las generaciones presentes y futuras según reza su directriz medioambiental. Asimismo en su Directriz de Seguridad Nuclear reconoce ésta como premisa y elemento esencial para alcanzar los objetivos de protección del medio ambiente. Mediante la promoción de la innovación y de la ecoeficiencia y siempre ejerciendo las actividades con prioridad absoluta de la seguridad nuclear, la Sociedad se compromete a asumir su responsabilidad sobre los residuos radiactivos y el combustible nuclear usado desde su generación hasta su definitiva transferencia a un gestor autorizado según las leyes vigentes al efecto.

La innovación, la ecoeficiencia 
y la seguridad, bases de la gestión

La responsabilidad social medioambiental cobra importancia principal en todo lo relativo a la gestión de los residuos radiactivos y del combustible nuclear usado. Esta gestión, en el ámbito de responsabilidad de la Sociedad, comprende cuatro facetas o fases bien definidas: la primera, la minimización de la generación, incluyendo los residuos de desmantelamiento; la segunda, la manipulación, caracterización, tratamiento y acondicionamiento con seguridad para los trabajadores y el público; la tercera, el almacenamiento temporal a medio o largo plazo en la instalación en la que han sido generados y la preparación de la instalación previa a su desmantelamiento hasta la transferencia definitiva a la entidad gestora de la instalación y de los residuos almacenados en la misma; y la cuarta, la financiación de las partes del proceso completo —desde la generación hasta su eliminación definitiva— que por ley le correspondan al generador.

En España, la gestión de los residuos radiactivos, incluido el combustible gastado y el desmantelamiento y la clausura de las instalaciones nucleares, constituye un servicio público esencial responsabilidad del Estado español. En este sentido, en el año 1984, la Empresa Nacional de Residuos Radiactivos S.A. (ENRESA) asumió la gestión de este servicio público a través del Real Decreto 1522/1984, de 14 de julio. El Estado asumiría la gestión de los residuos radiactivos una vez acometida su eliminación definitiva.

El artículo 19.2, sobre la aprobación del nuevo Real Decreto 102/2014, de 21 de febrero, para la gestión responsable y segura del combustible nuclear gastado y los residuos radiactivos, detalla las funciones de ENRESA.

El Plan General de Residuos Radiactivos (PGRR) constituye el documento oficial en el que ENRESA recoge las estrategias, las actuaciones necesarias y las soluciones técnicas a realizar a corto, medio y largo plazo, con el fin de hacer una gestión adecuada de los residuos radiactivos, el desmantelamiento y la clausura de las instalaciones nucleares y radiactivas y el resto de actuaciones inherentes, así como las medidas de orden económico y financiero que se precisen para acometerlas.

La versión actual de este plan, la número 6, está disponible en el siguiente enlaceEnlace externo, se abre en ventana nueva.  Enlace externo, se abre en ventana nueva., y en la página web de ENRESA Enlace externo, se abre en ventana nueva. se puede encontrar una explicación más detallada del plan.

Sin embargo, aunque la responsabilidad última sobre los residuos radiactivos y el combustible nuclear usado reside en cada Estado, la de los subprocesos de generación, tratamiento, almacenamiento temporal y financiación, según las leyes vigentes, corresponden a la Sociedad, siendo esta consciente de que en dichas actividades debe aplicar los máximos criterios de calidad para una gestión eficiente y en mejora continua, adaptándose a las exigencias cambiantes, en consonancia armónica con las actividades de explotación de la instalación, como forma de alcanzar los objetivos empresariales de sostenibilidad.
Todo lo anterior debe satisfacer los compromisos internacionales en la materia mediante la participación activa en los programas y actividades de la World Association of Nuclear Operators (WANO) y el cumplimiento de los principios éticos internacionalmente aceptados y las regulaciones vigentes en cada tiempo y lugar, entre las que están la Convención Internacional sobre Residuos (Joint Convention on the Safety of Spent Fuel Management and on the Safety of Radioactive Waste Management), las Normas aplicables del Organismo Internacional de la Energía Atómica (IAEA safety fundamentals, requirements y standards), las recomendaciones del International Nuclear Safety Group (INSAG), y la normativa de la Unión Europea.

Consciente de tan alta responsabilidad ante ciudadanos presentes y futuros, empleados, accionistas, suministradores y otras partes interesadas, la Sociedad se esforzará por lograr una gestión excelente en la minimización de las cantidades generadas, el tratamiento, y el almacenamiento de los residuos radiactivos y del combustible nuclear usado, garantizando simultáneamente la seguridad de las instalaciones, la protección radiológica de los trabajadores y del público, y la protección física de los materiales nucleares, evitando dejar cargas indebidas a las generaciones futuras.

  • Estos compromisos se asumen y promueven a través de esta Directiva para que todas las personas, comités y niveles de la organización integren, aseguren y promuevan la atención preferente a la gestión de los residuos radiactivos y del combustible nuclear usado.

  • La presente directriz para los residuos radiactivos y el combustible nuclear usado es congruente con las Políticas del Grupo Iberdrola Generación Nuclear y se concreta en los siguientes principios básicos de actuación:

    • Prestar a los asuntos de tratamiento, almacenamiento y minimización de los residuos radiactivos y del combustible nuclear usado la atención que merecen en virtud de su importancia.
    • Cumplir siempre con los términos y condiciones de las autorizaciones oficiales y de todos los requisitos de la regulación, con voluntad de alcanzar cotas más exigentes por el camino de la autorregulación.
    • Dotarse de una organización con diseño, capacidad, funciones, responsabilidades, cualificaciones, expectativas y recursos adecuados para llevar a cabo la presente Directriz y cumplir con las obligaciones legales de financiación que en cada lugar y tiempo estén en vigor.
    • Asegurar que el diseño original de las instalaciones de tratamiento y almacenamiento de los residuos radiactivos y del combustible nuclear usado y su actualización satisfacen los estándares aceptados, concuerdan con las bases de diseño y licencia vigentes y que se mantiene un adecuado control de configuración de la instalación, de los márgenes de seguridad y de los principios de defensa en profundidad.
    • Promover la implicación y el compromiso de todas las personas a todos los niveles con el tratamiento, el almacenamiento y la minimización de los residuos radiactivos y del combustible nuclear usado mediante su responsabilidad individual, comportamiento ejemplar, trabajo en equipo, capacitación, formación continua, ambiente de trabajo propicio a la notificación de deficiencias u oportunidades de mejora y diligencia en la resolución de las mismas, fomentando las más altas cotas de la cultura de seguridad y respeto al medio ambiente.
    • Implantar, como partes del sistema de gestión integrada, procesos, normas internas y sistemas de dirección que contribuyan a obtener los comportamientos deseados en pro del tratamiento, el almacenamiento y la minimización de los residuos radiactivos y del combustible nuclear usado, y evaluar los procesos, normas y sistemas con afán de mejora continua. El estancamiento y la complacencia son considerados precursores de rendimientos decrecientes en seguridad, sin embargo la autocrítica y el aprendizaje organizativo son elementos vitales para la mejora de la gestión.
    • Medir los resultados en seguridad mediante un sistema de indicadores basados en las mejores prácticas internacionales, dotando de los recursos necesarios para obtener objetivos exigentes relacionados con aquéllos, y vigilar la aplicación de la presente directriz mediante el órgano encargado de la supervisión nuclear interna independiente.
    • Seguir procedimientos operativos previamente aprobados inspirados en los principios de prevención, vigilancia y mitigación, vigilar el cumplimiento estricto de los mismos y desarrollar un una dinámica de mejora continua realimentando la experiencia de utilización, tanto en condiciones de operación normal como en emergencias.
    • Mantener la trazabilidad de los residuos radiactivos y del combustible nuclear usado y de las conexiones y dependencias entre todas las fases de su gestión.
    • Garantizar la protección física de los materiales nucleares susceptibles de otros usos ilícitos mientras estén en la instalación bajo la responsabilidad del titular de la autorización o licencia de explotación.
    • Establecer un método de “decisiones operacionales prudentes” que garantice que los asuntos importantes para el  tratamiento y minimización de los residuos radiactivos y del combustible nuclear usado son tratados con rigor, prudencia, diligencia y por las personas u órganos competentes, con la participación de aquellos que pueden añadir valor al proceso de decisión, prestando especial atención a los asuntos emergentes de naturaleza multidisciplinar.
    • Aprovechar la experiencia operativa propia y ajena para la prevención de incidentes mediante el establecimiento de un proceso eficiente de intercambio de experiencias y de análisis de causas y participar activamente en los organismos internacionales sectoriales en los ejercicios de comparación y evaluación entre pares fomentando una sana emulación de los mejores.
    • Extender los criterios relativos al tratamiento, almacenamiento y minimización de los residuos radiactivos y del combustible nuclear usado a los suministradores de bienes y servicios mediante cláusulas contractuales, auditorías de garantía de calidad, certificaciones, formación, procedimientos operativos, supervisión y trabajo en equipo en las instalaciones.
    • Difundir información relevante y veraz sobre las actividades realizadas e impulsar la comunicación y el diálogo con las diferentes partes interesadas.
    • Cooperar con las autoridades competentes en el ejercicio de sus funciones de supervisión y regulación, información pública, en su papel de garantes de los compromisos internacionales de los países donde residen las instalaciones y en la mejora y racionalización del marco regulador.
    • Mantener una visión de largo plazo del tratamiento y minimización de los residuos radiactivos y del combustible nuclear usado través de la investigación, desarrollo e innovación, participación y promoción en los foros internacionales y en las organizaciones dedicadas al conocimiento y la mejora de la gestión de los residuos radiactivos y del combustible nuclear usado.
    • Aplicar la presente Directriz como uno de los criterios de selección de tecnologías en caso de nuevos proyectos de centrales nucleares.
  • Los principios y directrices que orientan la política de gestión de los residuos radiactivos y del combustible gastado en Iberdrola Generación Nuclear son:

    • La responsabilidad como productor desde la generación del residuo hasta que se transfiere a ENRESA o entidad correspondiente para la eliminación de los residuos. En el caso del combustible, éste se transforma en residuo después de irradiarse en el núcleo del reactor; no obstante, Iberdrola Generación Nuclear asume la responsabilidad desde el momento en que el combustible nuevo ha sido recibido en la instalación.
    • La protección contra la radiación de los trabajadores y el público durante:
      • La gestión interna.
      • La transferencia a otras etapas de gestión, y cuando aplique,
      • La fase de desmantelamiento durante el periodo de tiempo desde que la central cesa definitivamente su actividad hasta que la instalación se ha transferido a ENRESA o a una entidad adecuada.
    • La trazabilidad de los residuos y de las operaciones de gestión de los residuos radiactivos.
    • El conocimiento y el control del flujo de los residuos y del combustible gastado y la evolución de sus características fisicoquímicas y radiológicas.
    • Dentro de lo razonablemente posible desde el punto de vista técnico y económico:  
      • La reducción al mínimo de las cantidades de residuos radiactivos y del combustible gastado que se generan y de los residuos radiactivos que se gestionan, aplicando las mejores tecnologías y técnicas disponibles en función del tipo de reactor.
      • La segregación y valorización de los materiales residuales.
      • La garantía de la interdependencia entre todas las etapas de la gestión.

    A lo largo de los procesos de tratamiento de los residuos radiactivos y de gestión del combustible gastado en Iberdrola Generación Nuclear se aplica el criterio ALARA (as low as reasonably achievable) para mantener las dosis individuales, el número de personas expuestas y la probabilidad de exposiciones potenciales en el nivel más bajo que sea razonablemente posible, teniendo en cuenta factores económicos y sociales. También es de aplicación en la gestión de los residuos radiactivos el ciclo de mejora continua, cuyas etapas fundamentales son planificación, ejecución, evaluación, y gestión de:

    • Acciones correctivas y preventivas.
    • Acciones de mejora.

    Para nuevas instalaciones, uno de los criterios para la selección de tecnología será la generación estimada de residuos operacionales, que se  evalúa por diseño teniendo en cuenta los volúmenes y la radiactividad involucrada.

  • Estos principios son aplicables a todas las instalaciones de Iberdrola Generación Nuclear y a todo tipo de residuos radiactivos que se puedan generar, incluidos los correspondientes al desmantelamiento de las plantas cuando Iberdrola Generación Nuclear sea la responsable. El objetivo es que las zonas de almacenamiento se exploten siguiendo las mejores prácticas para garantizar la máxima seguridad durante todo el período de almacenamiento hasta su transferencia a ENRESA o a la empresa encargada de la gestión de los residuos.