Museo del Prado

Doce años apoyando al Museo del Prado

A través del convenio firmado en 2018, la compañía se compromete a apoyar los programas de conservación y restauración desarrollados por el Museo del Prado Enlace externo, se abre en ventana nueva., así como a mantener las tres becas anuales para jóvenes restauradores que concede desde 2011, a las que ha sumado una internacional. En ellas, los becados participan en los procesos de conservación-restauración de las obras de la colección del Prado, colaboran en la realización de informes y en labores destinadas a la organización de exposiciones temporales

El Prado en las calles

Iberdrola, a través de su fundación en España, patrocina El Museo del Prado en las calles, una exposición al aire libre compuesta por cincuenta reproducciones fotográficas a tamaño real de las pinturas más emblemáticas de la pinacoteca.

El objetivo es impulsar el conocimiento y la difusión de las colecciones y la identidad cultural del patrimonio histórico adscrito al museo, favoreciendo el desarrollo de programas de educación y actividades de divulgación cultural. Además, pretende recrear virtualmente la experiencia de visitar el museo, al poder contemplar las pinturas con sus dimensiones reales.

La exposición ya ha pasado por las calles de Castilla y León, Castilla La-Mancha y Andalucía. En esta última comunidad autónoma hará varias visitas a distintas ciudades durante el año 2023. La exposición recrea una visita al museo al contemplar las pinturas en sus dimensiones reales, viviendo una experiencia semejante a la de situarse frente a una auténtica obra de arte. 

Proyectos de restauración

Dentro de su colaboración con el Prado, Iberdrola ha participado ya en varios proyectos, como la recuperación para usos expositivos de toda la segunda planta del cuerpo norte del Edificio Villanueva. Esta actuación permitió reordenar la colección del Prado, favoreciendo un recorrido continuo y más accesible. Además, se abrieron al público ocho nuevas salas de pintura flamenca y holandesa del siglo XVII, donde se exponen obras fundamentales de Rubens, Rembrandt, Jan Brueghel, Clara Peeters, David Teniers, Rembrandt, Salomon Bray y Gabriël Metsu.

Además, Iberdrola colabora también en la concesión de becas anuales para jóvenes restauradores Enlace externo, se abre en ventana nueva.. En concreto, va a destinar un total de 1,2 millones de euros, que se repartirán en cuotas anuales de 300.000 euros durante los próximos cuatro años.

Por otro lado, como miembro Protector del Programa de Restauración del Museo del Prado, la compañía ha colaborado en la restauración de varias de las pinturas más importantes de la pinacoteca.

Así, colaboró en la restauración de La Anunciación de Fra Angelico, una obra datada a mediados de la década de 1420 que destaca por ser el primer altar de estilo renacentista en el que se utiliza la perspectiva para organizar el espacio.

Los trabajos de restauración, realizados por Almudena Sánchez, se centraron en la limpieza de la capa gris de suciedad que oscurecía la superficie y en la eliminación de los repintes de óleo procedentes de antiguas intervenciones. Se logró así recuperar el rico y brillante colorido y la intensa luz que envuelve la escena, elementos característicos de esta pintura y de toda la obra de Fra Angelico.
 

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Asimismo, Iberdrola colaboró en la restauración de gran parte de los 44 cuadros que componen la exposición El Gabinete de Descanso de sus Majestades. La muestra, que se pudo visitar del 9 de abril al 24 de noviembre de 2019, recuperaba el sentido original de la sala 39 del edificio Villanueva, creada en 1828 para el descanso del monarca Fernando VII y de sus familiares.

La estancia está decorada con 28 pinturas de monarcas pertenecientes a la dinastía de los Borbones que permiten comprender la evolución del retrato cortesano en España desde principios del siglo XVIII hasta el primer tercio del XIX. Se colocaron también numerosos bodegones —tres de ellos flamencos del siglo XVII y el resto, de artistas españoles— y diferentes paisajes del siglo XVIII, además de dos bustos de personajes orientales pintados por Lorenzo Tiepolo.

La disposición de las obras sigue los planteamientos propios de la museografía del siglo XIX, colgadas a diferentes alturas y cubriendo por completo los muros. Se rehabilitó también la pequeña estancia anexa, que se utilizaba como lugar de higiene personal, con la recuperación del mueble del retrete realizado por Ángel Maeso en 1830, el único elemento del mobiliario original que se ha conservado.
 

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Otra de las obras en cuya restauración ha colaborado Iberdrola es La Fuente de la Gracia, una de las tablas flamencas más fascinantes y enigmáticas del Museo del Prado. La obra, pintada en los Países Bajos en un ambiente muy vinculado al taller de Jan van Eyck, fue sometida a un proceso de año y medio de duración para retirar el barniz opaco y amarillento que cubría la pintura. Se recuperaron así el espacio y la profundidad, el perfilado lineal oscuro de los detalles y el peculiar modo de aplicar las veladuras, en las que se consigue la transparencia no por el empleo de más medio en la pintura sino por la superposición de capas opacas.

No obstante, el objetivo del trabajo de restauración no era solo estético, sino también el de poner sobre la mesa aspectos históricos, iconográficos y claves del estilo pictórico de la tabla para completar su investigación. Las conclusiones de ese pormenorizado estudio pudieron contemplarse, junto con la obra restaurada, hasta el 27 de enero de 2019 en una exposición patrocinada por Iberdrola.

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Asimismo, la compañía colaboró también en los trabajos de restauración de tres de las pinturas seleccionadas para la exposición In lapide depictum. Pintura italiana sobre piedra, 1530-1555, que se pudo visitar desde el 17 de abril hasta el 5 de agosto de 2018.

Entre ellas destaca el Santo Entierro del taller de los Bassano, restaurado por Alicia Peral, que recuperó el volumen de cada figura y su posición exacta en la composición, así como la profundidad del paisaje. La restauración descubrió además pinceladas de oro con las que el autor consigue el efecto de la vibración en la iluminación, en contraste con la oscura y profunda superficie del soporte de pizarra.

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El Museo del Prado restauró también, con el apoyo de Iberdrola, tres importantes obras religiosas del pintor barroco sevillano Antonio María Esquivel: La caída de Luzbel, El Salvador y La Virgen María, el niño Jesús y el Espíritu Santo con ángeles en el fondo. Solo la primera de ellas se había expuesto, durante muy poco tiempo, en el Casón del Buen Retiro, mientras que las otras dos eran inéditas.

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La compañía patrocinó asimismo la restauración de El triunfo de la Muerte de Pieter Bruegel el Viejo, una de las dos únicas obras del artista que se conservan en España. Los trabajos de restauración, realizados por María Antonia López de Asiain y José de la Fuente, permitieron reinstaurar la estabilidad estructural del cuadro y su verdadero colorido, composición y técnica pictórica, recuperando la nitidez en los primeros planos.

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Desde el inicio de su colaboración, son centenares las obras que se han restaurado con el patrocinio de Iberdrola. Por ejemplo, solo en 2013 colaboró en la restauración de cerca de 200 obras, como El expolio de Cristo, de El Greco. Otras contribuciones destacables en estos años han sido El calvario de Rogier van der Weyden, seis importantes tablas de Rubens de una serie sobre la Eucaristía o el San Juan Bautista de Tiziano.

Iluminando el Prado

Además, el proyecto “Iluminando el Prado”, patrocinado por la Fundación Iberdrola España tiene como objetivo dotar a las salas de exposiciones, tanto a las que albergan la colección permanente como las que contienen exposiciones temporales, de un nuevo sistema de iluminación con tecnología LED en sustitución del anterior sistema basado en lámparas halógenas.

Este cambio permite un ahorro de energía anual del 77,29% y evita la emisión a la atmósfera de más 372 toneladas de CO2 cada año. El plan se ha desarrollado en dos fases: de 2013 a 2018 y de 2019 a 2021. Este sistema de iluminación permite no solo mejorar la conservación de las obras de arte reduciendo el factor de daño en más del 44%, además elimina la radiación ultravioleta e infrarroja y mejora su apreciación ya que incrementa la nitidez de la visión. Básicamente, genera un efecto de profundidad sin distorsionar la composición e intensificando el color y provoca una correcta sensación de volumen.