Vivir sin plásticos

Aberporth, la primera localidad del mundo libre de plásticos

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Vivir sin plásticos es posible. Al menos en Aberporth, una pequeña localidad turística en la costa oeste de Gales. Sus 1.100 habitantes han reducido su consumo hasta convertir su pueblo en la primera comunidad del mundo libre de plástico gracias a la iniciativa Plastic-free Aberporth impulsada por su vecina, la cineasta Gail Tudor.

Vivimos en un mundo de plástico. El 44% existente a día de hoy se ha fabricado después del año 2000 y, según Greenpeace, en 2020 tendremos un 900% más que en 1980. Por si esto fuera poco, el 40% del plástico que producimos se dedica a envases de usar y tirar, y reciclamos menos de la quinta parte.

La iniciativa 'Plastic-free Aberporth'

Los ciudadanos de Aberporth, en la costa oeste de Gales, se movilizaron para vivir sin plásticos de usar y tirar. En apenas unos meses redujeron su consumo a cero gracias al esfuerzo colectivo y a Gail Tudor, cineasta local y artífice de la campaña Plastic-free Aberporth.

Esta iniciativa nació en 2017 después de una salida en barco de Tudor por la costa inglesa para ver los efectos del plástico en el mar. La realizadora británica comprendió la gravedad del problema, no solo para el medio ambiente sino también para nuestra salud: las piezas de este material podían desprenderse de artefactos más grandes y ser consumidas por peces y animales acuáticos pudiendo llegar a nuestros organismos a través de la cadena trófica. Al volver habló con sus vecinos para lograr un municipio libre de plásticos no biodegradables.

Gail Tudor creó la página de Facebook Plastic-free Aberporth, a la que invitó a sumarse a todos sus vecinos, para que estuvieran informados de los avances que sucedieran. En ella, desde entonces, postean mensajes, noticias, fotos y vídeos relacionados con la causa.

Consejos fáciles para vivir sin plásticos

Empresas locales y habitantes de Aberporth se sumaron a esta campaña para vivir sin plásticos, que promueve acciones tan sencillas como:

  • Reemplazar las pajitas de plástico por otras de papel o materiales biodegradables en comercios, hogares y establecimientos hosteleros.
  • Emplear tazas de café y bolsas reutilizables. Evitar la adquisición de productos envueltos en plástico e impulsar la compra a granel.
  • No comprar agua embotellada. En su lugar se recomienda rellenar botellas de metal o plástico reutilizable con agua del grifo.
  • Sustituir en tiendas, cafeterías y restaurantes los cubiertos de plástico por otros de madera, los cartones de leche por jarras o botellas de cristal, y los sobres de salsa por botes u otros recipientes biodegradables.
  • Utilizar envases de cartón para los envíos de comida a domicilio.

El compromiso de Aberporth por vivir sin plásticos es tal que algunos establecimientos hosteleros animan a sus clientes a traer de casa sus propias tazas, e incluso hay habitantes que usan cepillos de dientes de bambú. También se han celebrado actividades benéficas con el fin de recaudar fondos para el proyecto.

La campaña también se dirige a los turistas que visitan la localidad. Se les pide respetar la política antiplástico de la villa, reciclar o llevarse la basura que generen, y no arrojar desechos a la playa o la carretera.

¿Por qué es importante el ejemplo de 'Plastic-free Aberporth'?

El esfuerzo de Aberporth le ha valido el título de primera comunidad del mundo libre de plásticos. Gail Tudor, impulsora del logro, ha encontrado el éxito en los pequeños detalles. Como ella misma reconoce "esta iniciativa trata de individuos que reflexionan sobre sus actos para ver en qué pueden mejorar".

Sin duda, este pueblo es el ejemplo de cómo una sociedad puede tomar medidas para reducir el consumo de plástico desechable. Con objetivos y voluntad ciudadana todavía estamos a tiempo de frenar el deterioro del planeta y recuperar nuestros mares contaminados.
 

Los océanos reciben
  8 millones de toneladas
  de plástico anuales

   desde las costas,
    800 veces el peso de la
      Torre Eiffel.
La basura flotante forma islas hasta siete veces más grandes que España. Hay dos en el Pacífico, dos en el Atlántico y una en el Índico.
Cada segundo, más de 200 kilos de basura van a parar a los océanos.
Una botella de PET y un hilo de pescar tardan en descomponerse más de 500 años.
El plástico mata 100.000 mamíferos marinos y un millón de aves acuáticas al año.
Colillas y microplásticos inferiores a 2,5 cm son los residuos más abundantes en las playas del mundo.
El Foro Económico Mundial estima que en 2050 habrá en los océanos más plástico que peces.
Solo vemos el 15% del plástico oceánico. El 85% permanece oculto bajo el agua.
Océanos a la deriva