Cómo llega el plástico al mar

¿De dónde proceden los plásticos que inundan los océanos?

Sociedad Naturaleza Plástico

El plástico está invadiendo los océanos y los daños medioambientales que provoca son incalculables. Ante esta situación, surgen numerosas preguntas: ¿cómo llega el plástico al mar? ¿De dónde proceden los residuos? ¿Qué podemos hacer para evitarlo? A continuación, señalamos a los principales culpables.

Plásticos en el mar.
Los ríos, el tráfico marítimo y la basura de las playas explican en buena parte cómo llegan los plásticos al mar.

El plástico es ya el residuo más recolectado por la ONG ambiental Ocean Conservancy en sus jornadas anuales de limpieza de playas y costas. Desde 1986 movilizan a miles de voluntarios en todo el mundo y según el informe The Beach and Beyond 2019, que resume su actividad, el Top 10 de basura recogida lo formaron únicamente, y por primera vez en 30 años, objetos de plástico como colillas, envoltorios y pajitas desechables, entre otros, que pueden tardar hasta 500 años en descomponerse.

¿Cómo y por qué llega el plástico al mar?

La contaminación por plástico en los océanos empieza casi siempre en nuestro cubo de la basura. De los 260 millones de toneladas anuales de plástico que tiramos en el mundo, según reveló la consultora McKinsey & Company, apenas reaprovechamos el 12%, mientras la inmensa mayoría termina incinerado o diseminado por los vertederos y los rincones más inverosímiles del planeta, como el abismo Challenger en el fondo marino.

La mayor parte de estos residuos abandonados terminan en los mares, donde las olas y el viento los erosionan hasta convertirlos en fragmentos diminutos conocidos como microplásticos. Estas partículas de menos de 5 mm quedan atrapadas dentro de los giros oceánicos formando grandes manchas de basura flotante como la del Pacífico Norte, la más grande del mundo con 1,6 millones de km2 y 80.000 toneladas de peso.

Si estos polímeros se desechan a miles de kilómetros de los océanos, ¿cómo es posible que terminen flotando en ellos? El oceanógrafo neozelandés Laurent Lebreton sugirió en dos estudios publicados por la revista científica Nature en 2017 y 2019 que los ríos, sobre todo los más grandes y contaminados, son determinantes en la llegada de plástico al mar al arrastrar, según se estima, entre 1,1 y 2,4 millones de toneladas anuales.

Lebreton incluye también la suciedad de las playas, la pesca, la acuicultura y el tráfico marítimo entre las causas que explicarían cómo llega el plástico al mar. No en vano, los desechos procedentes de los barcos suponen casi la mitad de los residuos hallados hasta la fecha en la isla de plástico del Pacífico Norte, tal y como asegura un estudio reciente publicado por Nature. Las aguas residuales, el viento, la lluvia y las riadas también conducen el plástico terrestre hasta los océanos, sobre todo los de un solo uso —bolsas, pajitas, bastoncillos de algodón o envoltorios— que, al ser más ligeros, vuelan hacia la costa o se incorporan a la red fluvial hasta llegar al mar.

Los cinco ríos con más plástico del mundo

Los 5 ríos con más plástico del mundo.
Los 5 ríos con más plástico del mundo.

Ver más

¿Cuánto plástico se tira al mar?

El Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente (PNUMA) advierte que los océanos reciben unos 13 millones de toneladas de plástico cada año, el equivalente a descargar un camión de basura en el océano por minuto. Esta cantidad podría crecer hasta los 17,5 millones de toneladas anuales en 2025 si no frenamos los vertidos, tal y como sostiene Jenna R. Jambeck, investigadora de la Universidad de Georgia y una de las mayores expertas en contaminación oceánica por plástico del mundo.

El Foro Económico Mundial (WEF) va más allá y vaticina que a este ritmo en 2050 podríamos tener más toneladas de plástico que de peces en los océanos. La mayor parte de los vertidos de plástico al mar provienen de Asia, concretamente de países como China, Indonesia, Filipinas y Vietnam —los cuatro primeros de una lista elaborada por el equipo de Jambeck—.
 


Consecuencias del plástico oceánico y cómo evitarlo

A día de hoy los daños colaterales de la basura marina son mundialmente conocidos: degradación del ecosistema, exposición de la flora y la fauna a sustancias químicas —más de un millón de animales mueren cada año al confundir el plástico con alimento—, etc. Además, nuestra salud también podría resentirse por este polímero, ya que lo ingerimos a través de la sal de mesa y otros alimentos. La PNUMA cifra en unos 13.000 millones de dólares anuales el coste de esta catástrofe ecológica, que podríamos reducir con prácticas cotidianas tan sencillas como estas:

 Evita los plásticos de un solo uso, como las pajitas, los platos o los cubiertos desechables.

 Si vas a hacer la compra, no te olvides de llevar una bolsa de tela o un carrito.

 No tires los chicles al suelo y recíclalos porque... ¡también están hechos de plástico!

 Compra más alimentos a granel y menos productos empaquetados.

 Sustituye los tuppers de plástico por recipientes de cristal o acero.

 A la hora de tender utiliza pinzas de madera en vez de plástico.

 Evita el uso de cosméticos con microplásticos y opta por la ropa biodegradable.

 Apuesta por el reciclaje y dale una segunda oportunidad a ciertos envases.