Mujeres en los Juegos Olímpicos

Empoderamiento y logros de las mujeres en la historia olímpica

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Han pasado más de un centenar de años desde la incorporación de la mujer en los Juegos Olímpicos y todavía perduran algunas barreras. La participación de las deportistas ha sido muy desigual y hasta 2012 no se consiguió que todos los países acudieran a la cita olímpica con representación femenina. Descubre la historia de las mujeres en los Juegos, figuras clave y cómo apoyamos la igualdad en el deporte desde Iberdrola.

Gimnasta en los Juegos Olímpicos
Las mujeres han ganado terreno en los Juegos Olímpicos desde su participación testimonial en la primera competición moderna, pero su acceso ha sido desigual.

La participación de las mujeres ha estado relegada a la inferioridad en ámbitos que tradicionalmente se han considerado públicos, como el mundo laboral, político y cultural. El deporte no ha escapado de esta desigualdad y la integración femenina en competiciones como los Juegos Olímpicos ha sido un proceso largo y lento que aún no ha alcanzado la equidad.

No es hasta 1996 cuando la Carta Olímpica —documento estatutario que establece los principios fundamentales de la competición— reconoce que una de las funciones del Comité Olímpico Internacional (COI) es “estimular y apoyar la promoción de las mujeres en el deporte, a todos los niveles y en todas las estructuras, con objeto de llevar a la práctica el principio de igualdad entre el hombre y la mujer”. Pero, ¿qué ha pasado para que el mundo olímpico pase de excluir a la mujer deportista desde sus inicios a defender su participación? ¿Cuáles han sido los hitos que han marcado el camino hacia esta potencial igualdad?

Historia de las mujeres en los Juegos Olímpicos

Se tiene constancia de que los primeros Juegos Olímpicos se celebraron en el año 776 a.C. en la Antigua Grecia, en concreto en la ciudad de Olimpia. Se trataba de eventos dedicados a los dioses griegos, en especial a Zeus, y se consideraban una celebración de la masculinidad y la virilidad y una demostración de la fuerza y la valentía. La sociedad griega tenía roles de género muy definidos y las mujeres tenían limitaciones significativas en cuanto a la participación en eventos públicos y participaciones deportivas. Los Juegos Olímpicos no eran una excepción.

Las mujeres tenían prohibido participar en estos eventos como competidoras, espectadoras o incluso como sacerdotisas que honraban a los dioses en los rituales asociados. Las únicas mujeres a las que se les permitía integrarse en un público eminentemente masculino eran las solteras. 

Juegos Olímpicos modernos: un progreso efectivo, pero lento

A finales del siglo XIX, el francés Pierre de Coubertin se propuso retomar estos Juegos para fortalecer físicamente a la juventud y se opuso rotundamente a la participación femenina en la primera celebración en 1896. Para el creador de los Juegos Olímpicos modernos, la presencia de las mujeres en un estadio resultaba antiestética, poco interesante e incorrecta: “Los Juegos son la solemne y periódica exaltación del deporte masculino, con el aplauso de las mujeres como recompensa”. De Coubertin fue un detractor de la participación femenina hasta su muerte.

Habría que esperar hasta la segunda edición en París en 1900 para que 22 mujeres de un total de 997 deportistas participaran en la competición. Sin embargo, su presencia fue casi testimonial y estaba limitada a disciplinas “de naturaleza femenina”, según los organizadores, en concreto al golf y al tenis. Cada vez había un mayor número de voces que se oponían a este germen de igualdad en la competición deportiva más internacional. Sin embargo, la presión del movimiento feminista mantuvo un férreo contrafuerte frente al rechazo de la integración de las mujeres en el deporte. 

Los Juegos Olímpicos de Ámsterdam en 1928 fueron un antes y un después para la inclusión de las mujeres. En este evento se inscribieron cerca de 300 deportistas femeninas, casi el 10 % del total, y se les permitió participar en más disciplinas. En la edición de 1984 en Los Ángeles, las mujeres pudieron participar por primera vez en un maratón, símbolo de la resistencia y la perseverancia.

Participación femenina en la historia de los Juegos Olímpicos

La primera participación de una mujer en los Juegos Olímpicos fue en 1900. Un siglo después, han llegado a representar casi la mitad del total de participantes. Londres 2012 se convirtió en un momento histórico, al ser la primera edición en la que todos los países contaron con una mujer entre sus deportistas.

La consolidación del deporte olímpico femenino

Con la vuelta de los Juegos a su cuna, Atenas, en 2004, la participación de las mujeres aumentó hasta superar el 40 % de los deportistas. Sin embargo, fueron los Juegos Olímpicos de Londres 2012 los que marcaron un antes y un después al ser considerados los “Juegos de las mujeres” debido al récord de participación femenina hasta la fecha. En la cita británica participaron 10.568 atletas: 5892 hombres y 4676 mujeres. 

Los Juegos de Río 2016 también son muy recordados porque el 44 % de las medallas olímpicas fueron obtenidas por mujeres, el porcentaje más alto hasta entonces. Ellas demostraron no solo que existían, sino que además podían destacar al más alto nivel.

En más de un siglo de historia, la competición deportiva más importante del mundo ha ido reflejando y adaptándose a los cambios sociales. Así, se ha pasado de construir un movimiento olímpico excluyente de las mujeres a un espacio que pretende ser la vanguardia de la igualdad en la participación de hombres y mujeres. 

Futbolista

En Iberdrola reconocemos el papel referente de las mujeres en la sociedad y trabajamos para alcanzar la igualdad de oportunidades.

Eventos deportivos femeninos en los JJ.OO.

Las mujeres han ganado terreno en los Juegos Olímpicos desde su participación testimonial en la primera competición moderna. Sin embargo, su acceso ha sido desigual y han tardado mucho más tiempo en poder subirse al podio olímpico en la mayoría de las disciplinas. En la primera competición olímpica que pudieron disputar, en 1900, solo tenían permiso para hacerlo en tenis y golf. En Ámsterdam 1928 pudieron empezar a medirse en disciplinas como el atletismo, la gimnasia o la esgrima. 

Solo a partir de los años 70, se percibe una progresiva apertura a la participación femenina en las diferentes categorías, aunque con una lenta inclusión. Por primera vez en toda la historia, las mujeres pudieron competir en todas las categorías en los Juegos de Londres 2012. 

Los Juegos Olímpicos cuentan con 40 disciplinas (32 en los Juegos de Verano y 8 en los de Invierno), de las cuales la mayoría han incorporado la modalidad femenina años más tarde. El récord lo mantiene el boxeo, la disciplina deportiva que ha esperado 108 años en incorporar a las mujeres desde su inauguración como deporte olímpico en 1904. Otras categorías, como la  halterofilia, el waterpolo, el remo y la lucha libre, también han tardado un centenar de años en permitir el deporte femenino en una competición olímpica.

Mujeres que han hecho historia en los Juegos Olímpicos

La mayoría de mujeres fueron víctimas de discriminación a lo largo de la historia de los Juegos Olímpicos, pero con sus logros sentaron precedente en el palmarés deportivo, abrieron el camino para otras compañeras y siguen sirviendo de inspiración para las nuevas generaciones. Estas son solo algunas de las mujeres deportistas que contribuyeron a derribar barreras en diferentes disciplinas deportivas: 

Charlotte Cooper (Reino Unido, 1870)

Fue una de las primeras mujeres en participar en unos Juegos Olímpicos, en París 1900, en los que compitió en tenis. Además, se convirtió en la primera campeona olímpica mujer de la historia. Antes de este logro, ya era una tenista reputada que había ganado tres campeonatos de Wimbledon y después de su medalla olímpica ganó otros dos.

Gertrude Ederle (EE.UU., 1905)

Nadadora estadounidense, ganó tres medallas en los Juegos Olímpicos de París 1924. Además, en 1926 se convirtió en la primera mujer en cruzar a nado el Canal de la Mancha al recorrer 560 kilómetros en 14 horas y 34 minutos. Con este hito superó la marca de los cinco hombres que habían completado el reto antes que ella. Su récord perduró por 24 años. 

Alice Coachman (EE.UU., 1923)

Esta atleta especializada en salto de altura fue la primera mujer afroamericana en conseguir una medalla de oro olímpica. Lo consiguió en los Juegos de Londres 1948 tras haberse clasificado para ellos batiendo un récord. Nacida en el seno de una familia humilde, durante su preparación tuvo que compaginar las becas deportivas con trabajos de limpieza en las instalaciones en las que entrenaba. Ganó 25 títulos nacionales en salto de altura y en 50, 100 y 4x400 metros lisos. 

Enriqueta Basilio (México, 1948)

Fue la primera mujer que encendió la llama olímpica. Lo hizo a sus 20 años, en la inauguración de los Juegos de Ciudad de México en 1968, en la que participaba como parte de la selección de atletismo de ese país. Ya en ese momento era la campeona nacional de 80 metros vallas. Fue considerada la mejor atleta de su época. 

Nadia Comaneci (Rumanía, 1961)

El nombre de Nadia Comaneci siempre irá ligado a la perfección. Se convirtió en una de las gimnastas más importantes de la historia al ganar nueve medallas olímpicas, cinco de las cuales fueron de oro.  Con solo 14 años, en los Juegos de Montreal 1976, obtuvo una puntuación de 10 —la primera calificación “perfecta” de la historia— con su ejercicio de barras asimétricas. Estableció un nuevo estándar en la disciplina y se convirtió también en una de las medallistas más jóvenes.

Serena Williams (EE.UU., 1981)

Cualquier repaso histórico de las mujeres que hayan marcado un hito en los Juegos Olímpicos y el deporte —por breve que pueda ser— quedaría incompleto sin su nombre. Serena Williams se ha mantenido en la élite del tenis durante más de dos décadas. Ha ganado cuatro oros olímpicos y un total de 39 títulos de Grand Slam, 23 de ellos individuales. Durante su carrera reivindicó la igualdad salarial en competiciones tan importantes como Roland Garros y Wimbledon.

Simone Biles (EE.UU., 1997)

Forma parte de una extraordinaria lista de deportistas olímpicos “legendarios”. Ha ganado siete medallas olímpicas, cuatro de ellas de oro. Biles se ha convertido en la gimnasta más laureada de todos los tiempos, tanto en la categoría masculina como en la femenina, y una de las figuras clave en la visibilización del problema de la salud mental a todos los niveles, incluido el deportivo de alto nivel.

Nuestro compromiso con la igualdad de género

En Iberdrola tenemos el firme compromiso de actuar como una fuerza integradora, utilizando nuestra energía y talento para fomentar la diversidad y luchar contra las desigualdades sociales. En este sentido, el apoyo al deporte femenino no solo es fundamental para impulsar la igualdad de género, sino también para dar la oportunidad a las mujeres y niñas del mundo de demostrar sus habilidades, fortaleza y determinación. 

Fuimos la primera compañía en realizar una apuesta global por la igualdad a través del deporte, desde que en 2016 empezamos a promocionar la participación de la mujer en el ámbito deportivo en las mismas condiciones que el hombre. En la actualidad, seguimos impulsando la integración femenina a todos los niveles y en decenas de deportes, mayoritarios y minoritarios, aunque probablemente sea en el fútbol donde mejor se pueda ver nuestro impacto. Además, contamos con embajadoras, provenientes de España y Brasil, que representan los valores de nuestro Grupo a través de su práctica del deporte.