Diferencia entre corriente alterna y continua

¿Sabes cuál es la diferencia entre corriente alterna y continua?

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La electricidad es un fenómeno fascinante que nos hace la vida mucho más fácil y por ello seguro que los términos corriente alterna y corriente continua son conocidos pero, ¿sabemos cuál es realmente la diferencia entre corriente alterna y continua? 

Existen dos tipos de corriente eléctrica: la corriente alterna y la corriente continua

La electricidad es un concepto muy habitual en nuestras vidas y que usamos a diario. Se da en la naturaleza, de manera natural, por ejemplo, en los rayos o en los peces eléctricos capaces de dar una buena descarga. Y aunque desde hace siglos se conoce el efecto de la electricidad estática, lo cierto es que se tardó mucho en estudiar este fenómeno. Algunos de los pioneros fueron Galvani, Volta, Coulomb​, Ampère, Faraday y Ohm. Muchos de estos nombres resultan conocidos porque terminaron bautizando algunas de las unidades que hoy se utilizan para medir las distintas magnitudes de este fenómeno. 

Para la utilización de la electricidad, como la empleamos hoy en día, fue imprescindible conocer el concepto de corriente eléctrica —el flujo de carga eléctrica que recorre un material, normalmente un conductor— cuya carga se mide en culombios por segundo, de donde se deriva su intensidad, cuya unidad se denomina amperio. Sin embargo, para conocer correctamente el concepto de corriente eléctrica, es necesario aclarar que existen dos tipos: la corriente alterna y la corriente continua. Antes de hablar de las diferencias entre la corriente alterna y la continua vamos a aclarar en qué consisten cada una de ellas. 

¿Qué es la corriente alterna? 

Como su nombre indica, la corriente alterna es aquella en la que la tensión cambia regularmente su polaridad (positiva o negativa) 50 veces por segundo, en el caso de las redes europeas, por eso, si observamos la forma de la onda más utilizada en la corriente alterna esta muestra una forma senoidal, que es también la que se genera de manera más eficiente con máquinas rotativas como los alternadores o generadores. 

Este sistema fue ideado por Nikola Tesla y su facilidad de transformación hacen que sea mucho más idónea para llevar la electricidad a industrias y hogares. La corriente alterna puede transformarse, aumentando su tensión mediante transformadores para viajar de una forma mucho más barata y eficiente para luego, al acercarse al punto de consumo, reducirse de nuevo su tensión permitiendo así que su uso industrial o doméstico sea completamente seguro.

El símbolo de la corriente alterna es conocido mundialmente como AC, un acrónimo en inglés de alternating current. Como curiosidad, el nombre del famoso grupo AC/DC hace referencia a las siglas de Alternating Current (corriente alterna) y Direct Current (corriente continua).

¿Qué es la corriente continua? 

En contraposición al concepto de corriente alterna, está el de corriente continua en el que la tensión no cambia de polaridad. Es el tipo de corriente que se suele encontrar en las pilas o las baterías, en los que un terminal es siempre positivo y el otro negativo, y cuando se muestra mediante un esquema se ilustra mediante una línea recta y sin variaciones. También hay generadores que producen directamente corriente continua, como los fotovoltaicos.

¿Cuál es la diferencia entre corriente alterna y continua?

Además de las que ya hemos podido ir desgranado, las principales diferencias entre corriente alterna y corriente continua se dan en los siguientes aspectos: 

 
Polaridad: Como ya se ha mencionado, la corriente continua tiene una única polaridad mientras que la corriente alterna cambia constantemente entre positiva y negativa


Energía transportada: Tanto la continua como la alterna se puede transportar a través de líneas. Sin embargo, los equipos necesarios para adaptar la tensión a los distintos usos son mucho más simples y económicos en alterna. Por el contrario, el transporte de electricidad en continua permite un mejor control de los flujos de corriente. Por otro lado, se puede transportar energía dentro de elementos químicos, esto es baterías, pilas, etc., algo que no es posible en el caso de la corriente alterna.


Conexión: Si recordamos cómo funcionan las pilas, tendremos presente que, en la corriente continua, para que haya corriente es imprescindible conectar cada cable con su polaridad correcta. Algo que tampoco sucede en la corriente alterna donde no importa cómo se conectan los dispositivos, por ejemplo, si se giran los enchufes de las viviendas funcionan sin problemas. 

 
Tensión utilizada: Tanto en alterna como en continua el voltaje puede variar, normalmente en función del lugar donde se encuentre. Para el transporte es más eficiente utilizar tensiones elevadas, mientras que para los receptores se utilizan tensiones más reducidas, tanto por seguridad como por coste. 


Almacenamiento: La energía transportada mediante corriente continua puede almacenarse, como es el caso de las baterías, de forma independiente o asociado a la generación, mientras que esto no puede hacerse con mediante corriente alterna. 

La importancia de los transformadores y convertidores

Debido a que existen estos dos tipos de corriente alterna y continua, de los que ya hemos visto sus diferencias, hay también equipos para modificar el tipo de corriente cuando sea necesario, normalmente basados en electrónica de potencia. De forma general, se llaman convertidores, aunque se les suelen dar nombres específicos, como rectificadores, a los que solo hacen el paso de alterna a continua, o inversores a los que solo pasan de continua a alterna.

Para ajustar la tensión alterna al alza o a la baja se utilizan transformadores, elementos electromecánicos más robustos y baratos que la electrónica de potencia. Esta misma función es posible entre distintos niveles de tensión de continua, pero en este caso es imprescindible la utilización convertidores.

El ejemplo más claro es cuando una central eléctrica produce electricidad y esta tiene un voltaje muy alto para así facilitar que la corriente pueda viajar más rápidamente a grandes distancias. Sin embargo, esta misma corriente debe regularse a la baja, utilizando transformadores que se encuentren cerca del destino final (ya sean hogares o industrias), para conseguir que la tensión que llegue a ellos sea adecuada para su consumo, que no es la misma.

El caso contrario, cuando se quiere transformar de corriente alterna a corriente continua, se da, por ejemplo, cuando se conecta un cargador de batería de un ordenador portátil o de un smartphone a la red doméstica. La red utiliza corriente alterna y es transformada en corriente continua por el rectificador antes de llegar al dispositivo.

Los generadores fotovoltaicos siguen el proceso inverso, ya que los paneles proporcionan corriente continua que, para conectarla a nuestra vivienda, transformamos en alterna. El equipo que hace esta función es un inversor fotovoltaico. Por último, si a esta instalación le añadimos almacenamiento mediante baterías, pasaremos de alterna a continua y de continua a alterna, mediante un convertidor.