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El coche autónomo

¿Podría un 'hacker' conducir mi coche autónomo?

Ciberseguridad Movilidad sostenible IA

La inteligencia artificial está llamada a acelerar la penetración global del vehículo autónomo sin conductor, una tecnología que ya opera en condiciones controladas en Estados Unidos, China y Europa. Para convertirse en una realidad extendida, los fabricantes tienen el reto de garantizar la máxima seguridad a futuros compradores y usuarios.

Waymo, el coche autónomo de Google.
Waymo One, el primer servicio de viajes autónomos del mundo, está disponible en las ciudades estadounidenses de Los Ángeles, Phoenix, San Francisco, Austin y Atlanta.

Los vehículos autónomos (VA) son capaces de conducir utilizando diferentes sistemas para percibir su entorno y tomar decisiones sin intervención humana. Esta idea, hasta hace unas décadas totalmente fantástica, puede hacer accesible el transporte en vehículo privado a cualquier persona, sin necesidad de estar capacitado para conducir, además de eficientar el transporte rodado de mercancías al no requerir de personal al volante.

Más aún, la mejora técnica de los vehículos de conducción autónoma –acelerada por el desarrollo de la Inteligencia Artificial (IA)– puede acercarnos al ansiado horizonte de accidentes cero. Así, esta tecnología puede tener la llave para salvar el más de un millón de vidas que se cobran los siniestros de tráfico al año en todo el mundo, según la Organización Mundial de la Salud.

¿Cómo funciona un coche autónomo?

El corazón de cualquier VA está compuesto por un superodenador o Unidad de Control Electrónico (ECU), que procesa en tiempo real datos de percepción, localización y predicción, con los que toma decisiones y envía las señales pertinentes a los “actuadores”: frenos, acelerador, dirección y señalización.

Percepción

A partir de los datos que envían los distintos sensores de cámara, radar y LiDAR (láser), la ECU puede reconocer y clasificar objetos a su alrededor como otros vehículos, peatones, semáforos, señales o el estado del suelo.

Localización

La ECU procesa la información del entorno recibida por los sensores y el GPS, para localizar el coche de forma precisa en un mapa digital  (posición y orientación), así como los objetos a su alrededor.

Predicción

La ECU, mediante redes neuronales previamente entrenadas, predice los movimientos de los objetos a su alrededor y de sí mismo en ese entorno.

¿Son realmente seguros los coches sin conductor?

Varios estudios, como el publicado en la revista Nature Communications  Enlace externo, se abre en ventana nueva. con datos recopilados durante 7 años, indican que: En la mayoría de escenarios, los vehículos equipados con sistemas de conducción avanzada tienen menos probabilidades de sufrir un accidente que los vehículos conducidos por personas.

Si bien, aún queda trabajo para alcanzar el nivel 5 de conducción autónoma, que prescinde de intervención humana en todas las condiciones de conducción y climáticas. Además de mejorar ese margen de autonomía, también está pendiente reducir al máximo los riesgos de que estos coches sean “hackeados” por terceros.

Niveles de automatización de los vehículos autónomos

Los niveles de automatización definidos por la Sociedad de Ingenieros de la Automoción (SAE) van desde el 0, sin automatización, hasta el 5, automatización completa. 

El nivel 4 permite ya la conducción sin conductor, incluso sin que el vehículo cuente con volante o pedales, si bien requiere que se den algunos condicionantes como una meteorología favorable o moverse en zonas previamente mapeadas. El desarrollo de soluciones avanzadas de inteligencia artificial es el principal reto para alcanzar el nivel 5 de conducción autónoma.

Detección de vulnerabilidades

Si el coche autónomo quiere convertirse en una realidad de transporte sostenible extendida, es imprescindible garantizar la máxima seguridad a los futuros compradores y ganarse la confianza de los más escépticos. 

Los VA aún enfrentan riesgos significativos de ciberseguridad, especialmente aquellos modelos que funcionan siempre conectados a redes remotas, ya que esto abre múltiples vectores para que funciones críticas (como frenos, dirección o acelerador) puedan ser manipuladas a distancia. 

Fue un punto de inflexión el caso de 2015 en el que, como parte de un experimento Enlace externo, se abre en ventana nueva., los informáticos Charlie Miller y Chris Valasek lograron controlar un Jeep Cherokee a través de un fallo en su sistema Uconnect, obligando a la marca Chrysler a llamar a revisión más de un millón de vehículos. Una década después, en 2025, el investigador de seguridad Eaton Zveare descubrió otra vulnerabilidad grave en el portal web de un gran fabricante de automóviles sin revelar –ya corregida–, que exponía la información privada de los vehículos de sus clientes y permitía potencialmente a los piratas informáticos desbloquear y encender coches de manera remota.

Como respuesta a este tipo de incidentes, fabricantes y reguladores han reforzado medidas como el cifrado, la autenticación y las actualizaciones seguras, buscando reducir al máximo la posibilidad de un hackeo, además de utilizar la IA para identificar y contrarrestar en cuestión de segundos ese potencial ataque. Para tratar de ir un paso por delante, algunas marcas ofrecen, además, jugosas recompensas a aquellos hackers que les notifiquen vulnerabilidades existentes.

Riesgos de ciberseguridad

Hacerse con el control del auto no es lo único que podría hacer un hacker que consigue acceso a un vehículo autónomo, a continuación enumeramos los posibles riesgos a los que está expuesto este innovador sector:

  • Robo de datos: Debido a que estos coches se conectan con la nube para funcionar, es posible que el hacer pueda acceder a los datos del conductor y al mismo tiempo dañar la reputación de la empresa en el proceso.
  • Fallos en la conducción: Un fallo puede ser tan simple como que se activen los limpiaparabrisas, peor tan fatal como un frenazo en medio de la autopista que podría tener consecuencias muy graves.
  • Pérdida de control: Esta situación puede desencadenar en situaciones de altísimo riesgo para el ocupante del vehículo y sus alrededores. 

Una distinción clave radica en el tipo de conexión del vehículo: los vehículos permanentemente conectados a internet (por ejemplo, para telemetría, apps, actualizaciones en tiempo real) son más vulnerables que aquellos aislados o con conectividad limitada, aunque éstos siguen siendo vulnerables a intrusiones físicas o mediante dispositivos conectados temporalmente.

Los sistemas más vulnerables ante un ataque hacker

Los coches que tienen el mayor riesgo de sufrir un ciberataque suelen ser aquellos que tienen más funciones en red conectadas entre sí, sobre todo si la radio o las redes wifi se pueden conectar a los componentes físicos de los vehículos.

1 2 3 4 5 6 7 8 9 Ilustración de un vehículo con diferentes puntos marcados
1
Ilustración de un motor

Motor

2
Ilustración de un sistema de navegación

Control de navegación adaptable

3
Ilustración de dos mecánicos

Asistencia al conductor

4
Ilustración de una mano recibiendo una llave

Llave remota

5
Ilustración de un volante de coche con pantalla

Dirección

6
Ilustración de dos flechas chocando enfrentadas

Mitigación de choques

7
Ilustración de dos ruedas conectadas por un eje

Dirección adaptable

8
Ilustración del sistema de freno de una rueda

Frenos

9
Ilustración de un vehículo con ondas de sonido a su alrededor

Sistema de alerta de cambio involuntario de carril

Presente y futuro de los vehículos autónomos

La tecnología de conducción autónoma a nivel SAE 4 (en condiciones limitadas) ya es una realidad establecida y los vehículos sin conductor pueden probarse en determinados puntos de Estados Unidos, China y Europa. Gigantes como Tesla, Waymo (Google), Mercedes-Benz, Mobileye y Baidu tienen o tendrán próximamente programas comerciales de robotaxis.

El rápido progreso de la inteligencia artificial está acelerando esta penetración de la conducción autónoma. Así, desde 2025 se están introduciendo VA en servicios comerciales de logística y transporte público, con Scania y Aurora ofreciendo ya algunas rutas con camiones autónomos, y se espera que la comercialización de vehículos autónomos en Europa, tanto ligeros como pesados, tome fuerza a partir de 2027.

Aunque la falta de una regulación adecuada sigue siendo un obstáculo para su implementación generalizada, los países están avanzando en este área conscientes de la importancia estratégica de posicionarse en un nicho que promete un transporte accesible, seguro, eficiente y rentable.