Turismo espacial

El turismo espacial despega, ¿cómo evolucionará durante las próximas décadas?

El 20 de julio de 2021 Jeff Bezos, fundador y director ejecutivo de Amazon, viajó al espacio a bordo de la nave New Shepard. Solo unos días antes, Richard Branson, fundador de Virgin Group, también había alcanzado un hito que abre la vía, aunque por el momento sea solo cosa de multimillonarios, al turismo espacial. A continuación, viajaremos al pasado para recordar al primer turista espacial de la historia y al futuro para conocer los próximos pasos de un negocio en auge.

El turismo espacial, tras las misiones de Space X, Blue Origin o Virgin Galactic en 2021, parece más cerca que nunca.
El turismo espacial, tras las misiones de Space X, Blue Origin o Virgin Galactic en 2021, parece más cerca que nunca.

Infinidad de personas, y no solo pensadores, escritores o científicos, soñaron alguna vez a lo largo de la historia con viajar al espacio... Y finalmente sucedió, gracias al afán explorador del ser humano. Por ahora, solo los privilegiados astronautas han podido alcanzar el espacio exterior y ver la Tierra desde una perspectiva única. Pero esto puede cambiar durante los próximos años con el desarrollo del turismo espacial, que en el 2021 ha conseguido despegar tras la consecución de diversos hitos.

LA CONQUISTA DEL ESPACIO

La conquista del espacio por parte del hombre empezó a ser una realidad en 1961, año en el que el astronauta soviético Yuri Gagarin se convirtió en el primer humano que orbitó la Tierra en un viaje que duró 108 minutos. Tras él vinieron otros, entre ellos su compatriota Valentina Tereshkova (1963), que fue la primera mujer en volar al espacio exterior a bordo de la nave Vostok 6; o los norteamericanos Michael Collins, Edwin Aldrich y Neil Armstrong (1969), que consiguieron pisar la superficie de la Luna, el hasta hoy mayor hito de la carrera espacial.

A partir de ese momento, dicha carrera se ralentizó un poco y hubo que esperar hasta 1986 para la llegada de un nuevo acontecimiento: la puesta en órbita de la estación espacial MIR, por la cual pasaron hasta 2001 más de cien astronautas. Tras la MIR, llegó la Estación Espacial Internacional (ISS, por sus siglas en inglés), que fue puesta en órbita en 1998 y en cuya construcción participaron hasta 16 países.

Capítulo aparte merecen las misiones espaciales no tripuladas, más de 300. De ellas, algunas de las más renombradas han sido la Cassini-Huygens a Saturno, la Messenger a Mercurio o la Perseverance a Marte. Probablemente esta última será la más recordada, puesto que su amartizaje se televisó en directo a todo el mundo en febrero de 2021. La recolección de muestras realizada hasta el momento por el rover Perseverance ha permitido reforzar la idea de que el planeta rojo tuvo agua líquida en algún momento.

LOS VIAJES ESPACIALES TURÍSTICOS

Aunque ninguno de los viajes citados anteriormente tuvo fines turísticos, sino científicos, cada uno de ellos fue afianzando un poco más la idea del turismo espacial.

El primer turista espacial

En 2011, el multimillonario estadounidense Denis Tito pagó a Roscosmos, la agencia espacial rusa, 20 millones de dólares por un pasaje al espacio. Tito, ingeniero aeronáutico —no astronauta—, cumplió a sus 60 años un sueño de juventud y permaneció casi una semana en la Estación Espacial Internacional, convirtiéndose así en el primer turista espacial de la historia. Tras regresar a la Tierra asevero: "la mejor experiencia de mi vida".

En los años posteriores, otros turistas siguieron los pasos de Tito: Mark Shuttleworth, Charles Simonyi, que incluso repitió la experiencia, o Guy Laliberté, etc. Todos estos millonarios pagaron entre 20 y 40 millones de dólares por pasar unas pequeñas vacaciones en el espacio. A destacar la figura de la iraní-estadounidense Anousheh Ansari, que en 2006 estuvo alrededor de diez días en órbita y se convirtió en la primera mujer turista espacial.

El viaje al espacio de Jeff Bezos

El verdadero impulso al turismo espacial ha tenido lugar en 2021 de la mano de otros tres multimillonarios: Elon Musk, Jeff Bezos y Richard Branson. A continuación, repasamos los viajes realizados por cada uno:

  • Virgin Galactic, empresa aeroespacial fundada por Richard Branson, consiguió ganarle la batalla a Blue Origin (Bezos) y Space X (Musk) siendo la primera de ellas en hacer despegar su avión-cohete Unity 22 rumbo a las estrellas. También fue la que menos altura alcanzó —solo 86 kilómetros—. Al propio Branson le acompañaron otros cinco tripulantes.
  • Blue Origin, empresa aeroespacial fundada por Jeff Bezos —dueño de Amazon y hombre más rico del mundo—, puso en órbita el cohete New Shepard coincidiendo con el 52º aniversario del primer alunizaje (20 de julio de 1969). Entre los cuatro tripulantes se encontraban el propio Jeff Bezos y su hermano Mark, y solo estuvieron en el espacio durante diez minutos y diez segundos.
  • SpaceX, empresa aeroespacial fundada por Elon Musk, lanzó en septiembre a cuatro civiles al espacio. Los tripulantes pasaron tres días a unos 540 kilómetros de la Tierra, "más lejos que cualquier otro vuelo espacial humano desde las misiones del Hubble", aseguraron desde la compañía. El billete les costó 50 millones de dólares a cada uno.
Los tres visionarios del turismo espacial.
Los tres visionarios del turismo espacial.

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EL FUTURO DEL TURISMO ESPACIAL

Vuelos suborbitales, vuelos orbitales y, por qué no, viajes a la Luna y más allá. El turismo espacial tiene futuro y más aún si grandes multimillonarios continúan invirtiendo en el sector. De hecho, en 2019 el banco de inversiones suizo UBS publicó un informe donde calculaba que esta industria podría convertirse en un negocio de 3.000 millones de dólares durante la próxima década.

Para que el negocio del turismo espacial prospere, apuntan los expertos, habrá que tener en cuenta otros aspectos más allá de los técnicos, como las implicaciones legales o las medioambientales. Por ejemplo, desde este último punto de vista, son muchas las voces que alertan sobre la contaminación que puede generar esta industria a medida que su desarrollo evolucione en plena lucha contra el cambio climático. Por ello, ya hay quien apuesta por la sostenibilidad en estos viajes: el vuelo de Jeff Bezos con Blue Origin utilizó hidrógeno y oxígeno líquidos, combustibles con una huella ambiental menor.

Cuánto cuesta un viaje al espacio

Si hemos conseguido despertar tu imaginación y ya te estás viendo a bordo de una nave espacial, ten en cuenta que actualmente estos vuelos son extremadamente caros y tardarán tiempo en volverse asequibles. De hecho, el billete más barato cuesta unos 250.000 dólares en Virgin Galactic, una cuantía realmente inferior a los 28 millones de dólares de Blue Origin o los 50 millones de dólares de Space X. Salvo que cuentes con esa cantidad, lo más que puedes hacer por el momento es cuidar tu físico —y tu mente— porque un vuelo de estas características es tremendamente exigente.